Entre lo que siento y lo que pienso, lo que pienso y lo que digo, lo que digo y lo que siento hay una distancia tan grande que por momentos hasta llego a confundirme a mi conveniencia.
Pero no puedo convencerme por mucho tiempo y asumo que salí de una para entrar en otra, solo que ahora soy un poco más fuerte, ya no me afecta tanto y, claro, pienso mejor antes de actuar; hasta hora y desde el principio hice lo correcto, por lo que todo ha sido más sencillo.
Cuando las distancias no son suficientes, algo está mal. Sentí en algún momento que había algo diferente, pero a la vez familiar y no estaba muy equivocada.
Se viene la segunda ronda, esperemos que esta vez dure menos y no pese tanto... logré alivianar el equipaje y no estoy dispuesta a volver a cargar con él.
Usted, señor de la música rara que se empeña en ser diferente.
Usted, que stresa con su politizado pensamiento.
Usted, con sus gestos y palabras dulces.
Usted, que aparenta ser fuerte y se quiebra cual cristal.
Usted... no empañará mis días, ni a mi. Ya no más de eso.
No logro ser suficiente...ni necesaria
y no quiero que lleven de mi nada que no les marque.