Mi sentir... quiere quedarse eternamente a tu lado porque sabe que yo te amo como a nadie.
Mi raciocinio... sabe que los "para siempre" son casi imposibles, que las estadísticas de la vida pocas veces son favorables y que nada es tan bello.
Pero reafirmo mi idea: si esto algún día terminase, si el amor se desviara del camino que juntos tanto deseamos; todos los malos ratos que pueda llegar a pasar serían nada al lado de cada maravilloso segundo que paso junto a ti.
Disfrutar cada momento en que tu mirada y tu sonrisa me atontan; cada beso, abrazo, caricia y palabra sincera que me das y que me hacen flotar. Disfrutar cada instante como si fuese el último, porque la incertidumbre del futuro, las vueltas de la vida no se aferran a nuestro planes... estamos, en la mayoría de las veces, a la merced de ellos.
El amor también se termina, cometemos errores que no tiene vuelta atrás, o simplemente surgen cosas inesperadas.
El miedo es permanente, pero ese mismo miedo me lleva a amarte cada día más porque sé que quizás mañana ya no tenga la fortuna de poder demostrártelo o decírtelo, por ese miedo es que te digo cada día la hermosa persona que eres, lo mucho que alegras mi vida. Por ese miedo es que me quedo largos segundos simplemente observándote y apreciándote, que disfruto tanto nuestras conversaciones y risas.
Fernando Savater fue quien dijo que el amar no era más que miedo a perder a la persona amada, pues entones, te amo desmesuradamente porque si hay un miedo que me invade sobre cualquier otro, es el miedo a perderte.
¿Qué más me queda? Vivir a concho el presente contigo, ¿y el futuro?... que sea lo que sea.
martes, 4 de diciembre de 2012
Suscribirse a:
Entradas (Atom)