¡¡¡Callate y escucha!!!

"Si quieres que la gente te escuche, no puedes limitarte a darles una palmadita en el hombro, hay que usar un mazo de hierro, sólo entonces se consigue una atención absoluta"

Acostumbrados todos a hablar, hablar, hablar y hablar...¿Nos dignamos alguna vez a escuchar?

Tenemos la costumbre de que cuando un oído se interesa por nosotros podemos hablar eternamente si es posible contar toda nuestra vida, todos nuestros problemas, pero si al momento siguiente eres tu el que debe escuchar...cambia todo completamente, ya no es la misma emoción, todo lo contrario...se vuelven tediosos los problemas ajenos.

El ser humano esta acostumbrado a hablar pero poco a escuchar... no entendemos que si somos capaces de escuchar a los demás con verdadero interés, querrán escucharnos a nosotros. Es un circulo... si tu no eres capaz de escuchar, no querrán escucharte a ti, y cuando te pasa esto guardas todo dentro de ti... acumulas y acumulas... así, cuando se da la oportunidad aprovechas al máximo desahogándote completamente, pero sin darle la oportunidad de hablar a la otra persona.

Así, si eres una persona que acostumbra a escuchar es muy probable que a ti muy pocas personas te escuchen, se mal acostumbran a que tu siempre estas cuando los necesiten pero jamas se tomas la molestia de preguntarte a ti como estas... de escucharte a ti... eres como el pañuelo de todos. Escuchas todos los problemas de los demás, intentas darle unas palabras de consuelo, una solución...lo que muchas veces es imposible.
Esto termina por desesperarte, ademas de aburrirte. No es que no te interese los problemas de los demás... pero cansan, sientes que siempre estas ahí para todos, pero cuando tu necesitas algo nadie esta para ti, nadie se da cuenta si algo te sucede, nadie se interesa. Guardas todos tus problemas...no logras desahogarte...para los demás tu siempre estas bien. Si todos nos diéramos el tiempo de interesarnos por el otro, las cosas serian totalmente diferentes.

Si nos escucháramos... nos escucharían... el circulo se acabaría. Y notaríamos la diferencia en la convivencia, si no nos sentimos ahogados, estamos felices. Se formaría una agradable plenitud entre todos.

No esperar hasta el ultimo momento para interesarte por otra persona.

"Cuando la gente cree que te estás muriendo es cuando en verdad te escuchan, en lugar de estar esperando su turno para hablar."