jueves, 24 de mayo de 2012

Creer

Y me preguntas: tú, ¿en qué crees entonces?


Me pongo a pensar, y medito todo lo que he crecido y en las conclusiones a las que he llegado sobre la vida.
Pienso primero, en lo que no creo, en lo que tengo certeza de que no existe.


No creo:


1) Que uno pueda cambiar el mundo.
2) Que la gente sea buena por naturaleza, la sociedad corrompe pero no es la única culpable.
3) Que exista un ser divino en el cual refugiarnos y al cual pedirle ayuda.
4) Que se puede tener todo en la vida.
5) Que llegue ese compañero que tantas veces necesité.


Creo:


1) Que debo contar solo conmigo y que de mí solamente depende obtener mis logros y cambiar lo que pueda cambiarse, no vivir esperando.
2) Que siempre hay tiempo para escribir, para un café, para una película, para una canción y para un ser querido.
3) Que la vida* es demasiado mierda, y demasiado corta como para hacer algo que a uno no le gusta.
4) Que mi familia siempre estará conmigo, pase lo que pase.
5) Que conservaré por mucho tiempo más a mis amigos de antaño porque tengo la disposición de estar con ellos cuando lo quieran y lo necesiten.
6) Que la felicidad al final no es nada más que querer lo que uno hace, hacer lo que a uno le gusta, tener a la gente que quieres a tu lado y que lo que uno haga a alguien le sirva de algo**. No se puede cambiar el mundo pero se puede influir de buena manera en alguna persona... eso ya es suficiente.


Son las verdades que ya tengo asumidas y que, para mí, son más que suficientes.










*entiéndase vida en el sentido no esencial (bello por lo demás), sino el de vida "artificial" por decirlo de un modo, vida social. Lo que el ser humano hace de la vida.
**"siempre es bueno saber que lo que uno hace a alguien le sirve de algo" (lo que se puede obtener de respuesta a un simple correo. Dicho por ente referido en la entrada anterior, y la anterior a esta... y varias del 2010)

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