Pienso en general:
Unos años más mios, unos años menos suyos.
Un esfuerzo más, un esfuerzo menos en los últimos cuatro de los doce totales.
Una pregunta más, una pregunta menos
Pienso en particular:
Una risa más mía, una risa menos.
Una persona más en la fila, una persona menos.
Un segundo más tuyo, un segundo más mío.
Un centavo más en el transporte, un centavo menos.
Cualquier cosa pudo hacer la diferencia,
Mi vida está llena de coincidencias.
¿Destino? a veces creo en él, a veces me siento ilusa;
una parte cree en las casualidades, la otra no.
Que hasta ese "perfume" común y barato,
Que hasta con ese aroma encima disfruté del natural.
Una mano suave, una mano que no quería soltar.
Mi muso inspirador, en todo sentido.
Mi futuro en su palma, la voz decisiva, el abrir de ojos.
La mejor opción.
Mi objeto de admiración.
Mi nombre es sus labios,
La sonrisa correspondida,
Los mil y un tema que podría tratar.
¿Minutos? fueron horas.
¿Perdida? sí, quince es una distancia amplia.
Su vida hecha, la mía empezando a construirse.
La mitad suya que desconozco, la mitad mía que desconoce.
Idealizo, un café, un libro, una película,
Charlas interminables después de un concierto de jazz.
¿Se vale soñar? a veces no es suficiente.
Que los dos años pasaron intactos,
El cabello mal cortado del inicio.
La segunda instrucción que dio un vuelco.
La despedida y su discurso significativo.
¿Será que todo lo suyo será significativo?
Sigo escribiendo mal, me gusta la estructura
Pero aquí no existe.
Recuerdo su no gusto por la poesía.
A mí el ritmo y la rima me envuelven,
La música de las palabras.
¿Qué fue de su atracción por la literatura?
¿Esto alguna vez tuvo coherencia?
Dígame, busco cosas imposibles.
Dígame, ¿por qué la vida es tan extraña a veces?
Sé que no tiene respuestas, nadie las tiene.
Tantas noches de sueños, tantos días de búsquedas sin sentido
Un segundo de olvido y la realidad se confunde con lo onírico:
Te encontré sin buscarte, por unos minutos.
Todo está perfecto, por la cresta que lo está.
Capricho mío el quererlo a usted cuando todo va tan bien,
Capricho mio el creer que se puede.
Quédese ahí, en la idealización
Que quizás no rompa la ilusión.
Y cuando me olvide, llegará otro martes,
Llegará y escucharé una voz por la espalda,
Se dignará a invitarme un café.
"¿Tiene prisa Jannina? Me tienta un café"
(me acordaré de su mal humor al no tenerlo en las mañanas)
Se nos irán las horas en conversaciones
Las risas saldrán por doquier.
Sabrá que compartimos gustos, pensará:
Unos años más y sería perfecto
Me despediré de él, tomará mi mano otra vez,
Le diré al oído: "lo esperaré lo que sea necesario."
Con la mirada dirá una respuesta y yo partiré sin más.
¿Se vale soñar? Sí, a veces, es lo único que nos queda.
viernes, 11 de mayo de 2012
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